El avistamiento de un Objeto Volador No Identificado (OVNI) en la ciudad de Maracaibo, Venezuela, el 25 de noviembre de este año, todavía no tiene una conclusión.
En primera instancia, la imagen que fue compartida y publicada en al menos cinco medios locales fue editada: pasó de un simple recorte a una distorsión casi completa, que puede notarse en cualquier programa de verificación de metadatos.
Y el «primer experto” en calificar como “verídica” la fotografía –sin especificar que se trataba de la original o copia- fue el investigador mexicano Jaime Maussan, quien ha sido cuestionado por promocionar el Hydrotene y el dióxido de cloro como “medicamentos” contra la COVID-19.
Todos los reportes donde compartían esa misma imagen editada del OVNI carecían de datos acerca de las fuentes y el avistamiento; sin mencionar que, básicamente, copiaban y pegaban la información.
Pero ningún medio de comunicación afirmó tener la imagen original, como se destacó en el análisis anterior con la primera foto publicada en internet.
Hasta ahora.
Para empezar, ¿quién tomó la foto?
Todos los créditos de la imagen respondían a un nombre: Mauricio Galué, un instructor de Aikido y Yoga, de 52 años de edad, de los cuales más de 30 los ha vivido en la Urbanización Lago Mar Beach, ubicada en la parroquia Juana de Ávila.
Galué conversó con Mediosur sobre la secuencia de seis imágenes que tomó ese 25 de noviembre en horas de la tarde, además de otros detalles que, en sus palabras, “no han sido tomados en cuenta por los demás medios”.
“De todos los [portales] que han dado la noticia, nada más ustedes dos [Carmen Hernández y Rosmina Suárez] han hablado conmigo e investigado”, reitera.
Con frecuencia, cuenta Galué, toma fotografías a los helicópteros o aviones que pasan por el cielo de Lago Mar Beach, pero el 25 de noviembre esperó capturar cualquier cosa, menos un OVNI.
-¿Qué pasó antes de las fotos?
Ese día, como las 3 de la tarde, unos vecinos me pidieron ayuda con la situación del agua, trasladarla de una casa a otra. Aquí en la comunidad somos solidarios, nos ayudamos. Estaba en eso, les presté una bomba que yo tengo, mis mangueras, y las trasladamos a la casa vecina; ellos [los vecinos] tienen tiempo fuera del país, así que fuimos a pasar el agua del tanque de esa casa a la otra que la necesitaba. Yo los dejo a ellos, un grupo de tres y conmigo, cuatro, y me voy al frente de mi casa.
-¿Qué hacía allí?
Antes había llovido, la semana pasada, salió algo de maleza [en el frente de su vivienda], así que me puse a desmalezar un poco. Ahí es donde capto que hay un zumbido en segundo plano: no era el zumbido de la bomba; no sabía a ciencia cierta de dónde venía. Cuando ya logran [los vecinos] conectar la bomba, salen de allí, hacia la calle. Uno de ellos se me acerca y se me pone al lado; le comento que si él está escuchando el zumbido, me dice que sí, muy leve (…) Será que viene un helicóptero o un Sukhoy o cualquier otro avión. Les digo: ‘bueno, vamos a tomar fotos’ y saco mi teléfono (…) Pero acá hay un fenómeno auditivo en la zona, que cuando va a aterrizar un helicóptero en la Primera División [de Infantería], el sonido se dispersa, hay un eco entre los apartamentos y las casas (…) Dije: ‘voy a seguir el sonido’.
-¿Qué encontró en el cielo?
Con mi teléfono yo quería grabar, pero no me pasaba a modo de video, dos veces se me cerró la aplicación de cámara; insistí y como no quería cambiar al modo le dije a mi vecino que si él tenía su teléfono [a mano] que filmara mientras yo intentaba (…) Yo tomaba las fotos instintivamente donde yo escuchaba, pero se empezó a desvanecer [el zumbido] como en segundos. Antes de eso [el zumbido], mi vecino [que no filmó] había localizado un avión a las 12, o sea, como en frente de nosotros; por eso en una de las fotos sale una mano señalando, era un avión de vuelo trasatlántico.
-¿Cómo observó al objeto? ¿Quién se dio cuenta?
Después de que se va el sonido, concluyo que ya no hay nada que seguir esperando y decido borrar las fotos, por el espacio del teléfono. Empiezo a revisar las fotos para borrarlas, las que tomé, y en eso veo al objeto, en esa única foto de la secuencia. Yo amplifico la imagen, todavía mis ojos no dan para saber qué es lo que está allí. Ni siquiera mi vecino que estaba allí y casi de frente a donde se supone que estaba ese objeto lo vio. Si yo estaría de frente, el objeto [se ubicaría] como a las tres o dos de la tarde, pero a mi vecino le quedaba como a las once o doce, posicionándose según las agujas de un reloj. Ni siquiera él lo vio.
Cuando veo eso, de una vez le comunico la novedad a mi vecino, los dos nos quedamos estupefactos, sabes cómo somos en Maracaibo, que echamos mucha broma, nos jugamos mucho (…) Él [vecino] me dice ‘¿de verdad?’ y yo le respondo ‘lo acabo de hacer’, es que estábamos al lado. Estábamos impactados.
Incluso me senté en la acera, la impresión me duró como de tres a cinco minutos.
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Esta es una muestra (reducida) de la secuencia fotográfica tomada por Mauricio Galué:
Después de eso, Galué relata que entró a su casa a contarle a su madre lo que pasó; y, posteriormente, le consultó a un amigo profesional en informática, que se encarga del mantenimiento web de un sitio noticioso. Este último puso en contacto a Galué con el portal que publicó la noticia.
“Él es el que me anima a hacer pública la situación, porque yo tenía mis dudas (…) Le comenté que había leído que después de publicar algo así viene toda una vorágine comunicacional y él me dijo ‘es un hecho, lo tienes capturado’. Me anima y es cuando nos ponemos en contacto con Portal de Noticias”, aclara.
Tras la “viralización” de la noticia del avistamiento, la postal ha pasado por procesos de edición y los datos del relato han sido cada vez más alterados o cambiados sin notificación. Pero Galué asegura que, hasta la fecha, solo dos medios de comunicación han investigado directamente el hecho y le han consultado detalles al respecto: Tendencia En Venezuela y Mediosur.
“Ustedes tienen ese plus, vieron todo el escenario. En cambio, los que tergiversan la historia es porque se agarran los datos de otros portales. Es como el juego del telefonito: van distorsionando la historia y no me buscan”.
Para Galué, quien también es Técnico Superior Universitario en Informática, Electrónica y Telemática, es preocupante tal distorsión tanto de la imagen como del relato en sí, pues comenta que ha recibido todo tipo de comentarios negativos al respecto, incluso de conocidos que desestiman el avistamiento.
“En un grupo de WhatsApp que tenemos de la urbanización, me dijeron eso, que la foto era un montaje. Yo les respondí que vinieran y analizaran la foto original. No me dijeron más nada”, cuenta el ciudadano, quien asegura querer saber qué hay en la foto para que el hecho tenga una conclusión.
“Lamento que no haya sido video. Porque si hubiésemos podido tomar un video, yo creo que hasta el sonido se hubiese escuchado (…) Ojalá hubiese casas con cámaras para que captaran eso, estaríamos revisando”, destaca.
Asimismo, Galué indica que no fue el único hecho que sucedió ese día en la urbanización.
-¿Ese día ocurrió otra cosa, posterior a la foto?
“Estaba en mi habitación, cuando veo que las luces empiezan a titilar. Agarro y empiezo a apagar todo, le comento a mi madre. Todas las luces seguían así, estábamos asumiendo que era aquí. Pero me asomo y las luces de la calle también están titilando. Entro rápidamente [a la casa] y bajo la ‘breakera’ principal, porque esa fluctuación es de las que pueden dañar los equipos. Y cuando salgo, veo a los vecinos saliendo a la calle viendo cómo las luces titilaban. Lo que nos sorprendió fue que llegamos al extremo de la calle y nos informan que la otra calle está bien. Lo que sucedía era en esta calle y en la perpendicular a esta; nada más en la zona donde se vio [el objeto].
Según cuenta Galué, la sorpresiva fluctuación duró al menos una hora y media. Por lo que una cuadrilla de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) se acercó hasta la Urbanización Lago Mar Beach.
“Dan con el punto de origen de la falla y ven que en el poste un aislante estaba roto. El operador nos dijo que eso es difícil que se rompa porque es cerámica de alto impacto, resistente. Para que se rompa, tendrías que subirte con un martillo. Es sumamente raro, además de que se partió ese mismo día”, explica. Si bien las fluctuaciones eléctricas son frecuentes en el estado Zulia, los habitantes de Lago Mar Beach lo asocian con el objeto que capturó Galué, pues les pareció casual que ambos eventos sucedieran el mismo día.
“Al menos, por ahora, esta imagen es real”
Esta misma semana, luego de que el blog OVNI Venezuela presentara un primer análisis, la fotógrafa Carmen Hernández obtuvo la imagen original del objeto avistado y examinó el archivo para Tendencia En Venezuela.
Hernández, quien además es comunicadora social y está “alejada” de temas relacionados con astronomía o avistamientos de OVNIS, conversó con Mediosur sobre los resultados de su revisión y qué piensa al respecto.
“Empecé por leer en Portal de Noticias, ahí me di cuenta de que no había un análisis de la foto propiamente y que la información estaba muy pobre. Así que decidí buscar la fotografía original para yo misma analizarla, más allá de ser un objeto real o no. El señor Galué accedió a darme la imagen real”, cuenta.
Hernández también explica que llevó a cabo una simulación fotográfica, para comprobar el ángulo y la posición de los elementos dispuestos en la foto original.
“Hice una fotografía con mi teléfono y con mi cámara réflex y las dos -aunque la cámara réflex tiene una mejor resolución- arrojaron los mismos resultados. Quería ver los elementos, el crecimiento del árbol, los cables que se ven, todos los elementos”, expone.
Igualmente, dice que al ver la fotografía le pareció “extraordinaria”, al mismo tiempo que revisó detalles clave como la resolución original:
“La amplié en un televisor gigante, para poder observar detalles que en los [dispositivos] pequeños no vemos. Mi pregunta era ‘¿qué es?’. (…) Nosotros los fotógrafos nos damos cuenta inmediatamente de la resolución. Esta tiene un resultado de 4096×3070”
Al revisar externamente la fotografía original, Hernández llevó a cabo un análisis ELA, una prueba con la que se puede estimar la presencia y existencia de errores:
“Si hay algo de error, el negativo lo muestra. Y en este caso [la foto original] aparece el plato y esto me impresionó aún más. Porque quiso decir que la foto es real, pero ahora, lo que está dentro de la foto es el tema de discusión”.
La fotógrafa cuenta que decidió presentar este reporte “para que otros investigadores tuvieran la oportunidad de analizar la imagen y sacar al menos un ‘supuesto’ de lo que pudo o puede ser”.
Agrega que “el señor Mauricio fue muy receptivo a la hora de responder a las preguntas (…) Y si la gente no le creyera o no respetara su credibilidad, pues no hubiese pasado lo que pasó”.
Una usuaria anónima intenta desmentir lo sucedido
Luego del “revuelo” por determinar si la foto estaba o no editada, una usuaria en redes sociales ha comenzado a “desmentir” lo sucedido con el avistamiento afirmando que se trata de un frisbee.
“No, eso es un frisbi. Me da mucha pena con ustedes. No es un montaje del señor Mauricio, fue mi primo el que lo lanzó, ni idea de dónde cayó”, escribió esta cuenta.
Cabe destacar que los equipos de Mediosur, Tendencia en Venezuela y Reporte Espacial contactaron a “Elena G.” (@MissLittleUniv, en Twitter) a través de mensajes directos para comprobar la veracidad de su testimonio; sin embargo, no ha querido acceder a entrevistas o charlas privadas.
Por su parte, “Elena G.”, quien afirmó –por medio de mensajes directos- vivir en la calle 16 y conocer a Mauricio –que vive en la calle 19-, se ha dedicado a dejar mensajes y respuestas en redes sociales referentes a Astronomía sobre el supuesto frisbee lanzado por su primo.
Mauricio Galué aclara a Mediosur que no conoce a ninguna vecina con ese nombre y reitera que, si el objeto llegara a identificarse, ya no sería un misterio y estaría dispuesto a presentarse nuevamente ante los medios para darle conclusión al caso.
“Allí está un objeto, lamentándolo mucho no sabemos exactamente qué es o de dónde salió, si era tripulado o no, no lo sabemos. No le podemos dar una connotación, pero ahí está la foto”, puntualiza Galué.
Mientras tanto, las pesquisas para determinar qué objeto hay en la foto siguen abiertas, al igual que identificar a la persona que está publicando los mensajes del frisbee.
En desarrollo
Nota del editor: En el primer reporte publicado el 28 de noviembre de 2020 sobre el avistamiento del OVNI en Maracaibo, hicimos énfasis en que el análisis presentado de la imagen se basó en la que publicaron al menos cinco medios zulianos y la que se hizo viral. Sin embargo, pedimos disculpas a quienes nos exigieron basarnos en la imagen original o confundieron el objetivo inicial. Nuestra responsabilidad, desde el principio, debió ser ir hasta el lugar donde ocurrieron los hechos y contactar con la fuente. La rigurosidad debe ser parte de nuestro ADN, no una opción. Agradecemos sus comentarios y sugerencias, porque con ellos podemos aprender y emprender.