Las declaraciones en medios de comunicación social por parte de funcionarios adeptos al gobierno nacional que exaltaban la cantidad de toneladas de alimentos distribuidos a través de MERCAL eran frecuentes años atrás. Cinco, quizás, de acuerdo a opiniones ciudadanas que coinciden en la fecha, para señalar el inicio de la debacle. Las cámaras enfocaron nuevos espacios y los consumidores migraron a otros establecimientos, porque lo “único” que consiguen son desinfectantes, salsas de soya, chicha, sal, mermelada y propaganda alusiva a “héroes” revolucionarios. La presencia de productos alimenticios de la cesta básica, se reduce a listas de precios o fotos.
La creación de Mercado de Alimentos, C.A., (MERCAL, C.A.), mediante decreto Nº 2.359 de fecha 09 de abril de 2003, quedo plasmada en la Gaceta Oficial N° 37.672 del 15 de abril de 2003 e inicio sus operaciones siete días después. En 2004 fue adscrito al Ministerio para la Alimentación. El primer establecimiento, fue inaugurado por el ex presidente Hugo Chávez el 22 de abril de 2003 en el sector Ruiz Pineda de la parroquia Caricuao de Caracas. Se trató de un Mercal Tipo I, para “garantizar la distribución justa de alimentos al pueblo”.
La decisión del mandatario respondía al “sabotaje” que emprendió la “derecha” entre diciembre de 2002 y enero de 2003. Ante los hechos, el Estado creó la Misión Alimentación y asumió la responsabilidad de garantizar la seguridad alimentaria.
Invención utópica
El objetivo fundamental de la Misión Mercal es “contribuir para mejorar la situación nutricional, salud y calidad de vida de la población de manera permanente y sustentable”. Entre sus valores, la red de alimentos destaca la eficiencia, justicia, ética y honestidad. Según su página web, la misión es consolidar la distribución planificada de alimentos en las zonas de pobreza extrema, para erradicar el hambre y su visión es garantizar que los productos lleguen a las parroquias en las que hacen vida familias en estado de vulnerabilidad.
La empresa dice comercializar y mercadear de forma directa manteniendo la calidad y precios solidarios. Entre sus competencias esta la compraventa de productos de aseo personal, electrodomésticos, prendas de vestir, calzado, perfumería, mueblería, materiales de construcción, artículos escolares, entre otros. También puede establecer convenios para el expendio de productos farmacéuticos, construir, adquirir, instalar y administrar unidades de mercados, depósitos, frigoríficos, centros de acopio, módulos de ventas fijos o móviles y garantizar permanentemente que los productos estén en stock.
Mercal “produce alimentos de la cesta básica”, tiene bodegas en sectores inaccesibles, tuvo programas especiales en aéreas rurales y en comunidades indígenas, entrega suplementos nutricionales ante casos críticos de desnutrición y vende comida a través de mercados improvisado en la vía pública, donde ofrece simultáneamente servicios de cedulación, odontología y revisión de la visión. De acuerdo a declaraciones de voceros oficiales, en sus inicios, benefició a 55 mil 632 personas y al cierre del 2003, la red contaba con mil 625 establecimientos. En 2009, favorecía a más de 10 millones de habitantes y un año después, contaba con 16 mil 800 puntos de ventas.
Con los militares en la masa
Cuando Chávez inauguro en 2003 el primer establecimiento, exclamo, “triunfar, triunfar, triunfar, ese es el destino de nuestro pueblo”. Para encabezar las “batallas” que se aproximaban, designo a sus colegas militares al frente de los mercados de alimentos. Desde el 2006 hasta el 18 de julio de 2014 -fecha en la que fue removido del cargo- Félix Osorio fue presiente de Mercal. Según su perfil en Poderopedia -Plataforma colaborativa de periodismo de datos- es coronel del ejército, graduado en Ciencias y Artes Militares en la promoción de 1990.
Fue jefe del Centro de Programación y Control de División de la Academia Militar, presidente de la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas, S.A. (CASA), Ministro de Alimentación, miembro del directorio de la Corporación de Comercio Exterior y directivo de la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI).
Osorio, está acusado de participar presuntamente en una red de corrupción en la que la empresa argentina Bioart S.A vendió 37 mil toneladas de arroz con sobreprecio a Venezuela. La estafa, valorada en 15.5 millones de dólares fue denunciada por diputados ante la Fiscalía General de la República en 2014. Desde 2016 la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional, lo investiga junto a 14 funcionarios que presuntamente desfalcaron a la nación por un monto que supera los 200 mil millones de dólares. Se le asocia con empresas de maletín y omisión, debido a que estando a cargo, el estado venezolano importo alimentos con sobreprecio, próximos a caducar y de mala calidad, según la revista Cuentas Claras, especializada en temas de delincuencia organizada.
El coronel -que presidio Mercal durante nueve años y en su momento aseguro que vendían “demasiado”- fue sustituido en 2014 por el general de brigada Rodolfo Joaquín Silva Díaz que duro menos de dos meses en el cargo. De acuerdo a Poderopedia, el oficial era un viejo conocido de la revolución, puesto que en años anteriores fue director general de Salud del Ministerio de la Defensa y del Hospital Militar “Vicente Salías” de Fuerte Tiuna.
El paso fugaz de Silva por Mercal, dejo el camino allanado para el arribo a la presidencia del coronel Tito Armado Gómez Ávila, luego de su designación el 9 de septiembre de 2014 por el presidente Nicolás Maduro, quedando plasmada en la Gaceta Oficial número 40.493. En la actualidad aun ostenta el cargo.
Granos para un rompecabezas
La opacidad, falta de trasparencia, confiabilidad de los datos y verificabilidad, aunado a la ausencia de acceso a la información pública en Venezuela, alertada por ONG, hace que la rendición de cuentas gubernamentales en muchas ocasiones se limite a declaraciones de voceros, documentos incompletos o filtrados a la prensa.
Para conocer la realidad de Mercal –según el Gobierno Nacional- fueron analizadas declaraciones y lasMemorias y Cuentas del Ministerio para la Alimentación (MINPPAL), desde el 2011 hasta 2015, año en que por última vez se tuvo acceso a estas. De 2004 a 2014, la red de mercado paso de tener 13 mil 821 puntos de venta a 14 mil 657, que representan 836 más que en sus inicios. En el mismo periodo de tiempo, dejo de generar seis mil 172 empleos. Entre los datos, resalta la comparativa entre 2011 y 2012. En este último, hubo mil 184 puntos de atención menos que el año anterior, pero 492 trabajadores más.
Año | Establecimientos a nivel nacional | Total de empleos | Directos | Indirectos |
2004 | 13.821 | 45.836 | 5.079 | 40.757 |
2011 | 14.677 | 47.723 | 8.205 | 39.518 |
2012 | 13.493 | 48.215 | 10.800 | 37.415 |
2013 | 13.451 | 41.283 | 11.499 | 29.784 |
2014 | 14.657 | 39.664 | 11.974 | 27.690 |
La cantidad de alimentos distribuidos y las personas beneficiadas era la principal tesis que exponían los funcionarios públicos al referirse a la invención de Chávez. En cinco años, Mercal paso de distribuir de casi un millón 500 mil toneladas anuales a poco más de 835 mil. 661 mil 399 toneladas menos. Durante ese periplo, cuatro millones 12 mil 300 personas dejaron de ser favorecidas. En 2014 con menos comida que años anteriores, beneficiaron a más venezolanos.
Año | Toneladas de alimentos distribuidos a través de la Red Mercal |
Cantidad de personas beneficiadas |
Inversión(Bs.) |
2011 | 1.497.262 |
11.535.112 |
6.345.664.086 |
2012 | 1.540.740 |
12.459.450 |
9.135.598.650 |
2013 | 1.264.694 |
12.394.452 |
6.547.417.232 |
2014 | 1.247.368 |
13.362.612 |
16.279.550.430 |
2015 | 835.863 | 7.522.812 | 14.343.293.725 |
Laberinto oficial
La red de mercados “abasteció” comedores, cocinas comunitarias, CDI, centros penitenciarios, refugios, al Programa de Alimentación Escolar (PAE) y hospitales. “Contribuyó al autoabastecimiento nacional” de carnes, cosecho maíz, plátanos, vegetales, caña de azúcar, produjo leche, cachamas, patillas, frijoles, alimentos para animales, comercializó artículos de línea blanca, marrón y enseres para el hogar. Ofreció talleres formativos, dono dinero a instituciones sin fines de lucro, dio ayudas económicas, médicas y funerarias a trabajadores, elaboro materiales informativos contra el cambio climático y el consumismo e incluso, estableció convenios con Cuba para obtener asesorías técnicas y actualizar su plataforma tecnológica.
Los datos que aportan las Memorias y Cuentas por momentos están incompletos, otros son llamativos. Al analizar las fichas de 13 proyectos ejecutados durante 2011 por MERCAL, C.A., resalta un patrón. 10 de estos -según datos del ministerio- tuvieron mayor avance físico que financiero, en dos se destinó más dinero, pero se hizo menos y uno no tuvo modificaciones. Un ejemplo, es el de la “Comercialización de Productos Cárnicos” que con uno por ciento del financiamiento ejecutado, alcanzo 63 por ciento de avance físico.
En 2012 fueron 12 proyectos, de los cuales cinco tuvieron más avance físico que financiero, cuatro más dinero asignado que avances tangibles, dos se completaron en su “totalidad” y otro no se llevó a cabo. La atención a la red social que dispuso Mercal para abastecer hospitales y al Programa de Alimentación Escolar mostro desequilibrios. En 2013, con 12 mil 920 toneladas más de alimentos distribuidos que el año anterior en el PAE, se beneficiaron un millón 5 mil 868 personas más que en 2012. Menos de 13 mil toneladas de comida, alcanzaron para un millón de personas. En los hospitales también ocurrieron disparidades. Pese a distribuir en 2013 más del doble de toneladas que en 2012, 98 mil 590 personas dejaron de beneficiarse.
Año |
Toneladas de alimentos distribuidos | Destino | Personas beneficiadas
(Mensualmente) |
2012 |
119.419 |
Escuelas del PAE |
912.801 |
1.479 |
Hospitales |
149.665 |
|
2013 |
132.339 |
Escuelas del PAE |
1.918.669 |
3.582 |
Hospitales |
51.075 |
|
2014 |
148.136 |
Escuelas del PAE |
1.762.796 |
6.235 |
Hospitales |
255.630 |
|
2015 |
156.795 |
Escuelas del PAE |
1.716.434 |
9.012 | Hospitales |
181.051 |
Cantidad por calidad
En 2013 nace el Programa Mercal Obrero y Comunal Casa por Casa. Los resultados del ejercicio de ese año, arrojaron una utilidad de 169 millones 292 mil 795 bolívares, que representaron un 51,29 por ciento menos que 2012. La empresa se excusa “en la aplicación de los recursos para cubrir efectivamente los costos y gastos indirectos incurridos a lo largo del periodo, para mantener los elevados niveles de calidad en la prestación de servicio”.
Tras la muerte de Chávez y el ascenso al poder de Nicolás Maduro, en 2014 fue creada la Corporación Productora, Distribuidora y Mercados de Alimentos, C.A. (CORPO-PDMERCAL) como matriz de las empresas del Estado destinadas a los bienes y productos alimenticios de primera necesidad. A esta, se le adscribió MERCAL, PDVAL, RABSA, LOGICASA y FUNDAPROAL. Su creación, busca “garantizar, la seguridad y soberanía alimentaria”. En 2015 transformaría 34 establecimientos de MERCAL en PDMERCALES, que no “cumplían con su misión al encontrarse en zonas cuya población posee cierto poder adquisitivo”.
El coronel Johan Alexander Hernandez Laréz es su presidente y ha ocupado varios cargos dentro el ejecutivo en materia alimentaria. Sus gestiones están acompañadas de irregularidades y en 2012 un informe de la Contraloría General de la Republica reporto falta de control del personal y de productos en Venalcasa, tiene denuncias en Lácteos Los Andes por escases de materia prima, baja producción, negligencia y amenazas. Además, existen acusaciones contra un presunto familiar por su responsabilidad en el vencimiento de leche importada, de acuerdo a la información recabada por Poderopedia.
Durante el 2014 también se creó la Sala de Seguimiento al Abastecimiento. Félix Osorio, ex ministro de alimentación aseguro que desde el 2003 a la fecha, distribuyeron “más de 20 millones de toneladas de productos de la cesta básica que garantizaban un ahorro de 80 por ciento en la compra”.
Muchos para poco
En la página web oficial de Mercal, se aprecia que la junta directiva está compuesta por 40 altos cargo más 24 jefes estadales a lo largo y ancho del país. La distribución de 15 productos subsidiados entre los que se encuentran el arroz, leche en polvo, azúcar, aceite, carne de res, harina precocida, lentejas, margarina, mortadela, pasta y pollo, año tras año se encareció y el ocaso de los establecimientos, quedó reflejado en los números avalados por el gobierno.
En 2015 la red de mercados tuvo 14 mil 443 puntos de venta de los cuales seis mil 406 estaban activos y ocho mil 37 inactivos. Pese a la debacle, ese año sus autoridades destinaron más de 15 millones 780 mil bolívares en publicidad y propaganda. La “inversión” fue más allá y el presupuesto contempla que más de 223 millones de bolívares se utilizaron para servicios de diversión, esparcimiento y culturales. Ese monto, equivale a casi la mitad de los salarios que devengaron los obreros en puestos permanentes a tiempo completo.
Las frutas, aceites vegetales, productos de aseo personal, pollo, aceitunas, jamón, pernil o sardinas, quedaron en el recuerdo, al igual que los 24 mil millones de bolívares y 105 millones de dólares aprobados por el presidente Maduro para extender la Misión Alimentación entre 2014 y 2016. «Vamos a consolidar Mercal, Mercalitos, Pdval, Pdvalitos y Abastos Bicentenarios», afirmó el mandatario. Al cierre del 2015, el gobierno aseguró que 97 por ciento de la población consumía diariamente proteínas de origen animal -carnes rojas, pollo o pescado- y 98 por ciento de los niños tomaban leche todos los días.
En efectivo y jugando domino
Para la publicación de este trabajo, fueron visitados 10 establecimientos aleatoriamente en Zulia, Táchira y Sucre. En el recorrido, se constató que solo funcionan una o dos cajas, de cuatro que existen en promedio para cancelar los productos. Algunos trabajadores juegan domino, escuchan la radio mientras permanecen sentados conversando, laboran sin uniforme y utilizan carpetas para ventilarse debido a las altas temperaturas. Pese a los “incentivos y estímulos” del gobierno nacional para que la población se incline por el pago electrónico, ocho de los locales no tienen punto de venta. En los dos restantes no aceptan tarjetas de crédito.
Los productos que se observaron con mayor frecuencia en los anaqueles -que en su mayoría permanecían vacíos- fueron jugos, salsas inglesas, de ajo y soya, adobo, sal, mostaza, motas de lampazo, merengadas, bebidas achocolatadas, papel aluminio, desinfectantes, pasta de tomate, chicha, mermeladas, guisantes, Rikesa, cloro, sardinas y diablitos. En pocas ocasiones llega mortadela, jamón, leche líquida y en polvo, Lactovisoy, sémola de maíz, queso tipo paisa, café, harina de maíz, galletas dulces, cereales o maltas. En todos los casos, las neveras, freezer y cavas, estuvieron desocupadas. Algunas funcionando, otras apagadas repletas de polvo o desmanteladas sin motores.
Los alimentos de la cesta básica destinados para las comunidades “ni más”, de acuerdo a compradores que por temor a represalias decidieron no identificarse. Un vecino de uno de los establecimientos ubicados en San Francisco (Zulia), admitió que, al Mercal de su localidad, llega leche en polvo y los trabajadores -de allí mismo- la adquieren para revenderla. Mientras muestra seis papeletas de un kilogramo, señala con su dedo el precio marcado que son 350 bolívares, pero debe pagar 40 mil bolívares por cada una. “Cuando llegan los camiones sé que me ofrecerán comida. Vienen hasta la casa y si queremos más debemos contactar a otro trabajador. Nada de transferencias, solo efectivo”, dice. La leche, al igual que otros 19 productos, es envasada en Venezuela para La Corporación de Abastecimiento y Servicio Agrícola (La Casa, S.A), pero importada.
Propaganda para la crisis
Para comprar en Mercal, es requisito utilizar el captahuellas y decir la fecha de nacimiento en caso de que sea la primera vez. La escasez de alimentos en la red estatal y la “crisis” por la que pasan sus establecimientos, contrasta con la propaganda oficial que exhiben en los locales. Murales, pendones, afiches y franelas con “aquí no se habla mal de Chávez”, rostros y frases del fallecido presidente, Bolívar y Nicolás Maduro, exaltan una “revolución” en decadencia.
Mientras que establecimientos permanecen cerrados tras ser hurtados por delincuentes que cargaron con alimentos y computadoras, los trabajadores cumplen horario. En otros, como el PdMercal de La Concordia en San Cristóbal, entregan la factura fiscal domiciliada en Caracas y no en la ciudad andina.
La hecatombe de la empresa que preside Tito Armado Gómez no es el único “fracaso” del gobierno nacional. La investigación publicada recientemente por Transparencia Venezuela arrojo que desde 2001 hasta 2017, el estado venezolano pasó de ser propietario de 74 empresas públicas a 526, que en 2016 arrojaron pérdidas de 1,29 billones de bolívares. Según la asociación civil, en las Empresas Propiedad del Estado (EPE) no existen mecanismos de supervisión y control. Tampoco se les exige rentabilidad e indicadores de gestión, existe abuso de poder y preferencias.
Las EPE recibieron 6.04 billones de bolívares -más del presupuesto asignado a salud- y tuvieron en 2016 5,6 por ciento de la población ocupada formalmente, pero la industria nacional “no abastece ni siquiera el mercado que controla el gobierno”. Transparencia Venezuela alerto que las grandes distribuidoras -Mercal y PDVAL- dejaron de garantizar el libre acceso a los consumidores, al convertirse en locales de almacenamiento para la venta selectiva de productos a organizaciones manejadas por activistas políticos del PSUV (Clap).
Ilusiones diluidas
Las colas en las afueras de Mercal donde los venezolanos amanecían para comprar comida terminaron. La eficiencia y la abundancia no fueron el motivo. La opinión en la calle es diversa y los argumentos varían desde, “siempre consigo lo mismo que en todos lados”, “desparecieron los puntos de ventas o están cerrados” y “mejor me quedo en mi casa donde me llega la bolsa del Clap”.
En los establecimientos que ideo Chávez y continuo el presidente Maduro se “consigue de todo, menos alimentos de la cesta básica”. En el PdMercal tipo 1 San Jacinto 3 en Maracaibo, permanece sobre una mesa una réplica del Cuartel de la Montaña hecho con cartón, banderas del PSUV y un altar frente a los cajeros con fotografías del arañero de Sabaneta, rosas y una pancarta donde sus devotos le desean feliz cumpleaños.
Mientras el hambre arrecia en los hogares, padres de familia hurgan en la basura buscando alimentos acompañados de sus hijos y Mercal recibe dinero y comida, la Misión Alimentación aun promete “darle al pueblo la mayor suma de felicidad posible”. En 2004 los mercados estatales tenían como meta aportar 60 por ciento de las calorías, 70 por ciento de las proteínas y 47 por ciento de los lípidos. Hoy, desempolvan el ocaso socialista en Venezuela.
*Esta nota se publicó originalmente el 17 de octubre de 2017 en nuestro blog anterior.