La nación genera cuatro millones de kilogramos por día, de los cuales un cinco por ciento es mal gestionado según ONU Medio ambiente. El país supera a Argentina, Perú, México y Colombia. Con la cantidad de plásticos que se generan anualmente, pueden construirse 11 puentes como el del Lago de Maracaibo.
Autor: Francisco Rincón | Foto: Junior Carreño Meza
En Venezuela, la crisis ambiental galopante hace estragos en los ecosistemas y la producción de plásticos, manejo, utilización y disposición final, son combustible para la hecatombe. La nación genera cuatro millones de kilogramos de residuos plásticos por día, que anualmente representan casi mil 500 millones de kilogramos, cantidad que lo convierte en el cuarto país de América con mayor generación en un Rankin de 34 estados, solo por detrás de Estados Unidos, Brasil y Trinidad y Tobago.
Del total de residuos, cinco por ciento es mal gestionado según estudios de la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. A principios del 2017, el presidente de la Asociación Venezolana de Industrias Plásticas señaló que la industria del plástico operaba entre 40 y 45 por ciento de su capacidad instalada, que las empresas del sector recibieron menos divisas para importar materia prima que en los años anteriores y que la demanda cayó alrededor de 60 por ciento en el último trimestre de ese año. Pese a la crisis, el plástico continuó ocupando un lugar preponderante dentro de la vida nacional.
Leyenda: Capture de ONU Medio Ambiente.
Una ciudadanía plástica
La generación de residuos plásticos en Venezuela representa el 11 por ciento de lo que genera Estados Unidos, el doble de México, el triple de Colombia y seis veces más que Chile. Tomando como referencia los datos aportados por ONU Medio ambiente, una persona en Venezuela genera 49 kilos de residuos plásticos al año y una nota publicada en el diario La Verdad refuerza esa teoría.
De acuerdo a la información, cada persona usa y desecha 150 bolsas de plástico al año en promedio. Según esa cifra, anualmente son arrojadas a la basura más de cuatro mil millones de bolsas.
La ONU señala que “el planeta se está ahogando en plástico” y si bien tiene usos valiosos, “nos hemos vuelto dependientes del plástico de un solo uso o desechable”, con graves consecuencias para el medio ambiente. El 50 por ciento de todo el plástico producido está diseñado para que los usemos una vez y lo arrojemos a la basura. A principios del siglo XXI nuestro caudal de basura plástica fue mayor en una sola década que en los 40 años previos y actualmente producimos 300 millones de toneladas de residuos plásticos cada año; eso es casi equivalente al peso de toda la población humana.
Alrededor de 60 por ciento del plástico que se fabricó desde la década de 1950 ha terminado en un vertedero o en el medio ambiente, más del 99 por ciento se fabrican a partir de derivados del petróleo, gas natural o el carbón, los cuales son recursos contaminantes y no renovables, y si las tendencias actuales continúan, para 2050 la industria del plástico podría consumir 20 por ciento de toda la producción global de petróleo.
Para la producción de plástico también se necesita agua y energía.
Del problema a la solución
Es necesario frenar el caudal de plástico en su origen, pero también mejorar la forma de gestionar los desechos. Los ríos transportan desechos plásticos desde la tierra firme hacia el mar y ocho millones de toneladas de plástico termina en los océanos del mundo cada año. Los residuos plásticos –en el rio, océano o en la tierra- pueden persistir en el medio ambiente durante siglos.
La mayoría de los artículos de plástico nunca desaparecen por completo; se vuelven cada vez más pequeños. Las diminutas partículas son tragadas por animales que las confunden con alimentos y pueden llegar a nuestros platos. Los microplásticos también se han encontrado en la mayoría del agua de grifo del mundo. Al obstruir las cañerías y proporcionar lugares de cría para los mosquitos y las plagas, los desechos plásticos pueden contribuir a la propagación de enfermedades transmitidas por vectores, como la malaria.
La dispersión de los plásticos en la naturaleza causa la muerte de animales terrestres y acuáticos. La ingesta les provoca bloqueo, laceraciones o irritaciones del tracto digestivo, reduce la cantidad de alimento que pueden tragar y causa asfixia mecánica.
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) por sus siglas en inglés, detalla que 13 millones de toneladas de residuos de plástico llegan a los mares del mundo, lo que equivale a arrojar cada minuto un camión lleno de plástico en ellos. Los envases y productos hechos de este material que hoy están en los mares pueden rodear la Tierra cuatro veces en un solo año. Citando a National Geographic, WWF apunta que el 44 por ciento de todo el plástico producido en la historia se ha fabricado desde el 2000.
Más de 700 especies en el mundo, incluyendo algunas que están en peligro crítico, han sido afectadas por el plástico y las tortugas marinas son las que más han sufrido a causa de estos residuos en su hábitat. Los primeros casos documentados que se tienen de especies afectadas por plástico son de 1994, de algunas aves marinas en el Pacífico. Desde entonces los casos vienen aumentando, pese a legislaciones sobre el uso y la producción de este material, incluso en países del hemisferio como en Colombia, Chile y Brasil.
Las organizaciones y especialistas reiteran que existen muchas acciones positivas para reducir la contaminación por plásticos: Dejar de usar pitillos, llevar tu propia taza de café al trabajo, llevar tus propias bolsas de compras al supermercado, rechazar cubertería de plástico, recoger cualquier plástico que veas tirado cuando salgas a caminar, llevar una botella de agua recargable, solicitar a las autoridades locales una prohibición de las bolsas de plástico de un solo uso y reutilizar los objetos todas las veces que puedas.