En uno de los muelles de la empresa binacional Astimarca, constituida en 2008, hay vehículos desmantelados, embarcaciones marítimas y plataformas que se hunden lentamente; maleza y galpones destruidos.
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La «colosal» infraestructura del Muelle Francisco de Miranda, de la empresa mixta cubana-venezolana Astilleros de Maracaibo y el Caribe (Astimarca), ubicada en el municipio San Francisco del estado Zulia, contrasta con la nula actividad laboral y económica que se percibe en el lugar.
El muelle está rodeado de maleza, hay embarcaciones marítimas y plataformas que se hunden lentamente; vehículos desmantelados, galpones destruidos, barcos, lanchas y tubos metálicos carcomidos por el oxido. Los pocos trabajadores que permanecen en el muelle se encuentran en el área de oficinas y, en algunas oportunidades, hacen rondas por las instalaciones.
Órdenes de «La Gerencia»
En la entrada, dos hojas blancas firmadas por “La Gerencia” advierten: “si no es empleado de la empresa, no pase” (…) “está monitoreada por cuerpos policiales tales como asuntos internos, CICPC, FAES, DGCIM y Polisur”.
Una persona conocedora de las actividades en el Muelle contó que “la pandemia empeoró todo y la mayoría de los trabajadores están en sus hogares. El capitán que estaba al frente de esto no pudo más y se fue hace tiempo”.

Astilleros de Maracaibo y el Caribe (Astimarca) es un astillero de carácter autónomo, constituido en el primer semestre de 2008 por el Instituto Nacional de Espacios Acuáticos e Insulares (INEA), de Venezuela, y la Caribbean Drydock Company (CDC), de Cuba, según una nota de prensa de Petróleos de Venezuela (PDVSA) publicada en agosto de ese año con motivo de un recorrido hecho por el entonces presidente Hugo Chávez en las instalaciones de la nueva empresa binacional, pero en el municipio Cabimas del estado Zulia.
Un proyecto que se hunde
De acuerdo con el texto de PDVSA, el astillero está destinado a realizar reparaciones y construcción de pequeñas unidades navales, boyas, balizas, flotadores y otros medios flotantes, y tiene como principales clientes al Instituto Nacional de Canalizaciones y a la flota mediana de Petróleos de Venezuela.
Una nota publicada tres años antes, en el portal Aporrea, enumeró otros detalles: el astillero aspiraba a atender a las unidades de otras empresas trasnacionales de dragado. Además, el aporte de cada una de las naciones participantes en Astimarca era de 6 mil 450 millones de bolívares (3 millones de dólares para la fecha).
De allí, una vez que la Procuraduría General de la República autorizara la conformación oficial, cada nación debía aportar tres mil 225 millones de bolívares (1.5 millones de dólares en 2005) y para el mes de enero del 2006, les correspondía otorgar otra contribución por ese mismo monto.
En 2019, el gobernador del estado Zulia, Omar Prieto, mencionó la empresa Astimarca durante una rueda de negocios de Diques y Astilleros Industriales en las instalaciones de PDVSA, en Maracaibo. En ese momento, recalcó: “Pdvsa cuenta con el apoyo del Gobierno Regional para la reactivación de los astilleros que existen en el estado”.
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Una de las últimas menciones públicas sobre la empresa binacional data de abril del 2020, cuando fue incluida en una lista de empresas que presuntamente Pdvsa eliminará o venderá según un plan de reestructuración.
Hasta la fecha, la venta o eliminación de Astimarca no se ha concretado. Tampoco se han cumplido las palabras de Prieto, ni la frase de Hugo Chávez enmarcada en uno de los conteiner oxidados del Muelle Francisco de Miranda: “Astimarca irá creciendo hasta que sea una gran empresa de todo el Caribe y que tenga servicio también en Centroamérica”.