El centro social y deportivo, recordado como una perla de PDVSA en el estado Zulia, ahora está desvalijado y abandonado. Las piscinas son criaderos de zancudos y la maleza ganó terreno.
En uno de los muelles de la empresa binacional Astimarca, constituida en 2008, hay vehículos desmantelados, embarcaciones marítimas y plataformas que se hunden lentamente; maleza y galpones destruidos.