El 86 % de los hogares en Maracaibo, estado Zulia, no puede comprar alimentos principalmente por sus altos costos.
Así lo evidencia el Reporte Preliminar de Seguridad Alimentaria en Maracaibo 2020, presentado por la Comisión para los Derechos Humanos del Estado Zulia (Codhez), donde se muestra también la cronicidad de la inseguridad alimentaria en la capital zuliana en comparación con los informes de años anteriores.
El estudio de Codhez se llevó a cabo mediante una encuesta en 800 hogares de las 18 parroquias de Maracaibo, entre el 19 y 29 de septiembre de 2020, con el fin de reportar “la experiencia de las familias en los últimos tres meses con respecto a su alimentación y si esta ha sido afectada por dinero [falta o altos costos] u otros recursos”.
Juan Berríos Ortigoza, coordinador general de Codhez, informó a través de una conferencia virtual de prensa que “al menos 8 de cada 10 hogares presentan niveles de inseguridad alimentaria”.
Alimentación intermitente
Los resultados de la encuesta de Codhez muestran que, en algún momento en los tres meses anteriores a septiembre de este año, “por falta de dinero u otros recursos, en 8 de cada 10 hogares se quedaron sin alimentos”.
“Saltarse el desayuno, el almuerzo o la cena ocurrió en 7 de cada 10 hogares; entre tanto que en 8 de cada 10 comieron menos de lo debido; y en 8 de cada 10 sintieron hambre, pero no comieron. Comer una sola vez o nada durante el día fue una situación reportada en 3 de cada 10 hogares (32,2%) encuestados, registrando una tendencia mayor a la del año 2019”, refirió Berríos.
De acuerdo con Codhez, los datos revelaron que la inseguridad alimentaria afecta gravemente a los hogares wayuu, los cuales registraron tasas de respuestas de seguridad alimentaria negativas iguales o mayores al 90 % en todos los indicadores sobre la experiencia en la alimentación de adultos, «con excepción de haber comido una vez (16%), nada (10%) o dos o más veces al día (74%)».
Asimismo, muestran que la situación de niños, niñas y adolescentes es similar.
“Los datos indican que alguna vez en los tres meses previos a septiembre, por falta de dinero u otros recursos, en 7 de cada 10 hogares niñas, niños y adolescentes dejaron de tener una alimentación saludable. Por otra parte, en 6 de cada 10, sintieron hambre, pero no comieron; y en 4 de cada 10, comieron solo una vez o nada en el día”, presenta Berríos.
El informe también destaca que, en 5 de cada 10 hogares, niños, niñas y adolescentes alguna vez dejaron de desayunar, almorzar o cenar.
“Esto representa una tendencia mayor (52,9%) en comparación con el año 2019. Preocupa también que en 7 de cada 10 hogares (73,30%) alguna vez se disminuyó la cantidad de comida a niñas, niños y adolescentes, una tasa en aumento con respecto a los años 2018 y 2019”, muestra el informe.
Sin frutas ni verduras
Según Codhez, en apenas el 10 % de los hogares marabinos se consumen grasas, verduras y azúcares. Sin embargo, los resultados muestran que no se consumen frutas; las carnes y los granos están muy reducidos; y se ha dejado de comprar leche.
Los resultados de la encuesta también arrojaron que en dos de cada 10 hogares marabinos no se desayuna, y en uno de cada 10 no se cena.
“Tanto en el desayuno como en la cena, las combinaciones más comunes son arepa con queso y arepa con huevo, mientras que en el almuerzo se suele comer plátanos y verduras, arroz, verduras y granos, y arroz y granos”.
Berríos explica que esta situación se debe principalmente al alto costo de los alimentos y la disminución de ingresos económicos en los hogares monitoreados, donde, el 48 % declaró tener una entrada de dinero propia menor a los dos millones de bolívares o unos 4,75 dólares al momento del monitoreo.
Y el 26,9 % de los hogares afirmó tener ingresos entre los dos millones y los siete millones de bolívares.
En comparación con el año 2019, explica Berríos, hay una reducción de casi tres partes de la remuneración reportada en ese momento, de 13 dólares mensuales, una cifra que ya era significativamente baja y se ubicaba por debajo del umbral de pobreza extrema por ingresos. Ahora, en 2020, es menos de 5 dólares.
Añade que “la compra de alimentos suele hacerse a diario en abastos. Pero, 9 de cada 10 hogares (86,30 %) sostuvo que lo que más afecta la accesibilidad de los alimentos es su alto costo”.
La inseguridad alimentaria en Maracaibo ya está agravada
El informe de Codhez muestra también que, en el caso de hogares de solo adultos, el 92,2 % reporta algún grado de inseguridad alimentaria, mientras que el 80,98 % inseguridad alimentaria moderada y grave.
En 11 de las 18 parroquias marabinas hay inseguridad alimentaria. Eso representa que más de la mitad de Maracaibo tiene problemas para acceder a una alimentación sana y balanceada.
Las parroquias más afectadas por el grado crónico de inseguridad alimentaria son Coquivacoa, Santa Lucía, Chiquinquirá, Bolívar, Cacique Mara, Cecilio Acosta, Idelfonso Vásquez, San Isidro, Manuel Dagnino, Venancio Pulgar y Francisco Eugenio Bustamante.
En cambio, en hogares donde viven niñas, niños y adolescentes, el 88,91 % padece de algún nivel de inseguridad alimentaria, mientras que el 77,15 % inseguridad moderada y grave. Esta situación se observó con mayor gravedad en las parroquias Juana de Ávila, Santa Lucía Chiquinquirá, Bolívar y Cecilio Acosta, donde ninguno de estos hogares registró seguridad alimentaria.
“Urgen las respuestas y soluciones”
Berríos expone que hay un “estancamiento de la crisis”: la tendencia se mantiene, un panorama que podría seguir aumentando aún más durante estos tiempos de pandemia y confinamiento por COVID-19 en el país.
“Los porcentajes más altos ya se alcanzaron. Desde Codhez, siempre reiteramos que el Estado venezolano debe asumir su responsabilidad para restablecer la seguridad alimentaria”, expone el coordinador de la Comisión.
Codhez creó una campaña llamada “Alimenta tus derechos”, donde compartieron un recetario con platillos saludables y con ingredientes de bajo costo. Sin embargo, resaltan que se debe idear una propuesta que dé respuesta inmediata e integral a lo expuesto en su informe.
“El plan debe incluir el desarrollo de programas de promoción de mejores hábitos alimenticios y de recuperación nutricional, con prioridad en la atención de las poblaciones más vulnerables, y, de otra parte, incentivos para la producción nacional de alimentos, así como medidas para asegurar su distribución y comercialización”.
Petición ciudadana
Desde Codhez, llevan a cabo una petición para “elevar a las autoridades locales y regionales nuestra exigencia de implementación de medidas que contrarresten la crónica situación de inseguridad alimentaria en los hogares zulianos”.
La petición, disponible en línea para firmar, consta de 13 puntos que conlleven a “rescatar a corto plazo los niveles adecuados de disponibilidad y accesibilidad de los alimentos, y el mejoramiento de la suficiencia y adecuación nutricional de todas las personas que habitan el Estado Zulia”.
El reporte preliminar de Codhez sobre inseguridad alimentaria se encuentra disponible para descarga y consulta en el siguiente enlace: